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viernes, 7 de marzo de 2014

Pensión de Caballeros-6° Cap- "Noche de amor"

Esteban, sentado en el patio, toma mate y disfruta del silencio y de la soledad. La noche es fresca pero agradable. La luna, se filtra entre las hojas y los tallos de la parra, dándole al lugar un aspecto espectral. Los pensionistas han ido a la cancha, a ver un partido de fútbol por la Copa Libertadores, y Paloma y Lucas aceptaron una invitación, de Miriam, para quedarse a cenar. Esteban calcula que en cualquier momento pueden regresar. A pesar de que está a gusto, añora la compañía de Paloma, con quién, a esta hora, comparte el mate y la conversación cada noche. Extraña su risa, sus labios, su mirada. A veces, piensa que está viviendo un sueño y que en cualquier momento se va a despertar. Lo que le está sucediendo, le resulta casi irreal. Oye el sonido de la cerradura de la puerta de calle y las voces de Lucas y Paloma, que vuelven de la casa vecina. Se sorprenden al verlo.
-¡Esteban! ¡Pensamos que ya estabas durmiendo!
-Todavía es temprano. Si me acuesto ahora, termino dando vueltas en la cama.
-¿Me puedo quedar con Esteban, mamá?
-Ni pensarlo. Vamos a la cama que ya es tarde para vos...
De mala gana, el chico obedece, caminando hacia su habitación. Paloma se inclina sobre Esteban, hablando en un susurro.
-Si Lucas se duerme rápido, vengo un ratito...
Él asiente. Ella le da un beso furtivo en los labios. Se marcha detrás de su hijo, sonriente. Esteban la ve alejarse. Se ceba otro mate, suspirando, mientras escucha como la puerta de la habitación se cierra.

                                                             ...............................

 Esteban, en camiseta, termina de cepillarse los dientes en el baño. Apaga la luz y sale al patio. Paloma no asistió a la cita y siente que el día no alcanzó su plenitud. Le da un vistazo a la puerta contigua, albergando una esperanza. Se resigna y entra en su cuarto. Destapa la cama, se quita el pantalón y lo cuelga en el perchero. Se acuesta y apaga la luz. No pasa demasiado tiempo hasta que el sueño lo vence. Lo despierta el sonido de la puerta que se abre y, recortada contra la claridad del patio, ve la figura de Paloma que se asoma.
-No enciendas la luz- le pide, en voz baja- Lucas recién se duerme...
-Ah...- musita Esteban, sentándose en la cama.
-Pensé que podría pasar...- continúa diciendo ella- Si a vos te parece...
-Sí, por supuesto...
Paloma entra a la habitación de Esteban, cerrando la puerta a sus espaldas. La casa está en penumbras, silenciosa, solo se ve alterada por la figura de Emilio, que apoyado en la baranda del segundo piso, observa  la escena con sigilo.

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