Translate

domingo, 10 de noviembre de 2013

Pensión de caballeros - 2º Cap / Continuación.

Paloma camina resuelta hacia un teléfono público. A su alrededor, bulle la vida de la plaza, bajo el sol de la mañana. En su cartera guarda el diario, que carga desde temprano en busca de trabajo, y marca el número de Manuela. Mientras espera respuesta, estudia con recelo los alrededores. Es un nuevo hábito que adquirió, luego del indeseado encuentro con César. Del otro lado de la línea, alguien levanta el tubo.
-¿Manu? Soy Paloma...
-¡Palo! ¿cómo estás?
-Bien, no te preocupes. Te llamaba para que te quedes tranquila...
-Me quedé muy mal, cuando te fuiste...
-Me imaginé, pero no tenes por qué..
-¿Dónde te estás quedando?
-Estamos parando en un hotel. No es un lujo, pero sirve por ahora. Por lo menos, puedo pagarlo...
-¿Y Lucas?
-Está bien, se hizo de algunos amigos, hijos de la encargada. Ella me lo cuida cuando salgo a buscar trabajo.
-¿Pudiste conseguir algo?
-Todavía no, pero no pierdo la esperanza...
-Ojalá pudiera ayudarte...
-Ya hiciste demasiado...
Se produce un silencio y Paloma presiente algo.
-Manu, ¿pasó algo?
-Mirá, yo no quiero asustarte, pero César, estuvo por acá...
Paloma se estremece.
-¡Dios mío! ¿Que le dijiste?
-¡Nada, preguntó por ustedes pero yo le negué todo! No se si se lo creyó...estaba bastante agresivo, le tuve que pedir que se fuera varias veces, ¡hasta llegué a amenazarlo con llamar a la policía!
-¡No sé que voy a hacer! ¡Nunca nos va a dejar en paz!
-¡Seguir, eso tenes que hacer, hasta que acepte el divorcio...!
-¡Eso nunca va a pasar! ¡Vos no lo conoces!
-Es cierto, pero te conozco a vos y sé que no te vas a dar por vencida...
Paloma enjuga una lágrima, respirando hondo y calmándose. Retoma el control.
-Tenes razón, esto todavía no se termina. Te mando un beso. Te quiero.
-Yo también, llámame si necesitas algo.
-Sí, gracias.
Cuelga, pensativa. Mira en torno, luego vuelve a marcar. Atienden.
-Sí, con el Doctor Borini, por favor. De parte de Paloma Villagra.

                                                                  ...........................................

 En su oficina, detrás de su escritorio, arrellanado en su sillón, el abogado de Paloma atiende su llamada y la escucha, asintiendo, de vez en cuando, con un movimiento de la cabeza.
-No, Paloma, eso no se puede hacer. En cuanto tenga novedades y haya avances concretos, te aviso. ¿Me das tu dirección? O tu teléfono...¡ah! entiendo...Bueno, avísame, entonces. Hasta luego.
Cuelga, mirando seriamente a Cesar, que está sentado frente a él, expectante.
-¿Dónde está?
-No me lo dijo, está parando en un hotel. Me llama cuando se instale definitivamente...
-¿Qué quería?
-Saber si había avances con lo del divorcio. Además, me contó que la estás acosando...
-Eso no es cierto, solo quería hablar con ella.
-Sonaba preocupada...
-No le hagas caso, acordate que acá, la víctima soy yo. ¡Ella es la que se robó a mi hijo!
-Si se llega a enterar de que vos estás en contacto conmigo...
-Eso, no va a pasar. A menos que vos se lo digas...
Cesar se pone de píe, abotonándose el saco.
-Manteneme al tanto. Y la próxima vez que llame, sácale una dirección. Después de todo, ¿somos o no somos colegas?
Abre la puerta, aprestándose a salir.
-¡Ah! Me olvidaba...¿Viste ese puesto que te interesaba?
-¿Qué...? ¿Hablaste con el Ministro?
-Casi dalo por hecho. Solo te pido un esfuerzo más. No me vas a fallar ahora, ¿no?.
Borsini niega con un ademán, impostando una sonrisa.
-No, por supuesto que no.
-Bien, no te olvides de llamarme.
Termina de abrir la puerta, sale y cierra. El abogado de Paloma se queda pensativo, víctima de cierta incomodidad, que solo consigue ahuyentar imaginando que ocupa esa codiciada vacante en el Ministerio de Justicia.





No hay comentarios:

Publicar un comentario