En la esquina de la facultad, un grupo de indigentes, mendigaban a los transeúntes. Lo llamativo era que, uno de ellos, pedía un volumen de Nietzsche para terminar su tesis, y otro, solicitaba un libro de anatomía, podía ser de Grey o de Rouviere.
Perturbada, la gente se alejaba del lugar, sin poder discernir si ,en este caso, la copa estaba medio llena o medio vacía.
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