COMPA

 CUANDO ERA NIÑO, ADOPTE UN CARACOL PEQUEÑO Y LO CRIÉ EN UN TERRENO DE MI FAMILIA. AHORA, QUE SOMOS ADULTOS, COMPARTIMOS CASA.

Acomplejado.

-Doctor; ¡el rencor, la envidia y la culpa me carcomen!
-Lo entiendo. Continúe...
-¡Es que a mí, me hubiera encantado ser el séptimo hijo varón! ¡Mi hermano es excepcional!
-Me lo imagino...
-¿Qué hago? ¡Ayúdeme!
-Vea, según mis conocimientos, usted solo va a sanar cuando se acepte tal como es...
-Si, pero...¿acaso no ve lo que soy? Solo un ordinario lobo más.

Breves y sin ropa.

Novios.
  Ella fue a conocer a sus suegros. El le abrió la puerta desnudo y al verla, clamó:
  -¡Todavía estás vestida!- la hizo entrar con sigilo y le señaló el cuarto más cercano- ¡Quítate todo, antes de que a mi madre, le dé algo!

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Ajena.
  El hombre desnudo que la perseguía le gritaba que se detuviera, pero ella, apenas lo oía. Llegando a los médanos, un vehículo salió a su encuentro. Era la policía. La arrestaron y la llevaron al pueblo. Ahí, despojada de todas sus prendas, espera sentencia en una celda fría.

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Desvestida.
  La modelo acusaba algo de incomodidad ante la mirada del artista, quien escrutaba su desnudez con desparpajo. El, la plasmaba en el lienzo, vistiendo el mejor vestido rojo que jamás hubiera pintado.

Breves

 Ella era un libro abierto y las partes erógenas de su cuerpo, solo podían leerse en braile.

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Te quito de a una las palabras, hasta desnudarte, y hacemos el amor en silencio.

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Me gustaba encontrarla a la tardecita, así mi sombra podía acariciarla, al pasar a su lado.

Volvió una noche

El zombie de Casanova  metía mano a las mujeres debajo de las faldas. Ellas se quejaban. Decían que sus manos, estaban demasiado frías.

DESDOBLADO

Mamá  abre la puerta. En su mirada noto el reproche.

-Tú...

Avergonzado, rehuyo sus ojos.

-Si, yo.

-Volviste...

-Sí, volví...

-Pasa.

Entramos y cierra la puerta. La acompaño hasta la sala.

-Te fuiste en medio de la cena, sin decir nada. Estábamos preocupados.

-Lo sé. Te pido que me perdones...

-¿Qué te pasó? ¿Por qué reaccionaste así?

-Fue por los números, mamá. Los de la Lotería. Salieron mis números y yo me olvidé de jugarlos...No soporté la frustración.

Mamá menea la cabeza, incrédula.

-Pero, hijo...¡dos días sin comunicarte!

-Te vuelvo a pedir disculpas...Estuve mal...

Guardamos silencio, por un momento.

-El también se marchó esa noche...

-¿El?

-Sí.¡Estaba eufórico! ¡Se levantó de la mesa, festejó y salió de la casa...! Tampoco sabemos en que lugar puede estar.

-¿De quién estas hablando, mamá?

-De él.

-¿Y quién es él?

-Tú. 

Silencio.

-No entiendo -admito, incómodo- Esa noche eramos nosotros dos y papá a la mesa. Entonces, dieron el resultado del sorteo de la Lotería en la televisión y...

-¡Y él dio un grito de alegría! ¡Lo recuerdo bien! ¡Qué sobresalto!

-¿Y por qué, de repente, estallaría de alegría?

-¡No lo sé! ¡Estaba alienado! ¡No nos explicó nada y salió corriendo!

-¿Cómo es él?

-Como tú.
Volvimos a estar en silencio.
-Creo- deduce- que gritaba por el resultado del sorteo. ¡Estaba feliz!
-Entonces, ¿él es idéntico a mi?
Mamá asiente con la cabeza, aturdida.
-¿Y cómo sabes que yo no soy él?
Sonriendo, con ternura, me toma el rostro con ambas manos.
-Por la expresión de tu  cara.

DICOTOMIA

  En la esquina de la facultad, un grupo de indigentes, mendigaban a los transeúntes. Lo llamativo era que, uno de ellos, pedía un volumen de Nietzsche para terminar su tesis, y otro, solicitaba un libro de anatomía, podía ser de Grey o de Rouviere.
  Perturbada, la gente se alejaba del lugar, sin poder discernir si ,en este caso, la copa estaba medio llena o medio vacía.